Por Federico A. Martínez
¿Cuánto Cuesta la Corrupción? No existen hasta donde conozca estudios dominicanos sobre el costo de la corrupción. Para estimarlo, vamos a inferir de un estudio que señala que los actos de corrupción le cuestan a México 30 mil millones de dólares anuales, lo que representa el 9.5% del PIB. Usemos además el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional para el 2002. El mismo muestra que la República Dominicana tiene un índice similar al de México (3.5 RD vs. 3.6 México). La proyección de estos datos por simple regla de tres significaría que a República Dominicana la corrupción le costó en el año 2002 el 9.77% del PIB equivalente a $1,800 millones de dólares o RD$4,321.40 anuales por cada dominicano. Se puede argüir que el IPC es un índice subjetivo y por lo tanto no se puede usar para hacer cálculos. Este tema es ampliamente discutido por Graf Lambsdorff [1], quien concluye: "Ya que la mayoría de los índices de correlación están alrededor de 0.8, las fuentes no difieren considerablemente en su evaluación del nivel de corrupción" [2].
Esta cifra no tiene nada de despreciable. Comparado con el presupuesto ejecutado por el gobierno durante el año 2002, mil ochocientos millones de dólares es 1.3 veces el gasto de capital del gobierno, tres veces el gasto en educación, cinco veces el gasto en salud. Este monto es 2.4 veces el total de lo que gastó el gobierno central en agricultura, riego, industria y comercio, minería, transporte, caminos vecinales, comunicaciones, urbanismo, energía, azúcar y turismo; TODOS JUNTOS.
El problema de la corrupción no es sólo moral, afecta el problema de la pobreza. En la nota de prensa que acompaña la publicación del IPC, Peter Eigen, presidente de Transparencia Internacional dice: "Las élites corruptas en los países en vías de desarrollo, quienes trabajan de la mano con ávidos empresarios e inversionistas inescrupulosos, están colocando el beneficio privado antes del bienestar de los ciudadanos y del desarrollo económico de sus países"
En RD se ha hecho popular la concepción de que el corrupto es bueno si "come como las cotorras, boroneao" y que esas "boronas" benefician a todo el mundo y activan la economía. Esto refleja la visión de corto plazo; en el largo plazo, el soborno obtenido por el corrupto, no es pagado por el corruptor, es transferido al precio del bien y pagado por los ciudadanos en general. Por ejemplo, si para obtener un contrato que vale diez millones de dólares el contratista debe dar 1 millón de soborno, facturará como mínimo 11 millones como precio del proyecto. Si este proyecto se realiza con financiamiento internacional a diez años al 9.5% de interés esto significa que por el millón entregado al corrupto, los dominicanos debemos de pagar US$1,592,662 dólares en los próximos diez años. De su millón de dólares el corrupto se va a comprar un Mercedes Benz del año de cien mil dólares, un apartamento en la Ave. Anacaona de medio millón, le arregla la casita a la mamá y a una hermana con 50 mil dólares y los restantes 350 mil los va a poner en un banco en Islas Caimán. Analicemos el "boroneo": Asumamos que el dealer que vende el carro se gana el 15% y que en la construcción hay un 60% de insumos importados con dólares. Esto significa, que el corrupto dejó en la economía 235 mil dólares (15 mil del carro y 220 mil del apartamento y reparaciones), pero nos costó 1,592,662.
Otro aspecto a analizar es a quiénes benefician esos 235 mil dólares. El dealer, el ingeniero y la compañía promotora de construcción, que son los principales beneficiarios, pertenecen a las clases de mayores ingresos de la nación. Las pocas decenas de obreros y empleados que trabajaron en los sitios donde el corrupto gastó su dinero, tocan migajas del pastel. Sin embargo, ese millón y medio de dólares que debemos pagar por el acto del corrupto, podría pagar el salario de 371 maestros de escuelas públicas durante un año.
No existe corrupción "buena", toda corrupción es un atentado contra el bienestar del pueblo. Para terminar una exhortación en boca del presidente de Transparencia Internacional: "Los políticos usan cada vez más palabrería en la lucha contra la corrupción, sin embargo no consiguen actuar según el claro mensaje del IPC de TI: la necesidad de tomar medidas drásticas contra la corrupción para lograr romper el círculo vicioso de la pobreza y el soborno."
[1] Graf Lambsdorff, Johann, Measuring Corruption, State of the Art and Future Challenges, Workshop "Corruption: Critical Assessments of Contemporary Research", Oslo, Norway, 19-20 October 2000
[2] Ibid, Pag 11
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