¿Qué es la corrupción y cual es su causa? La corrupción es un abuso del poder público para producir ganancias privadas (Banco Mundial, 1997 [1]) sus causas se supone están en la existencia de rentas monopólicas cuya distribución está bajo el control de autoridades que tienen poder discrecional y que operan en un ambiente no transparente (Tullock 1967 [2]; y Rose-Ackerman 1997 [3]).
Esta definición de corrupción asume inicialmente que se trata de un abuso del poder. En esta presunción de abuso se comienza a discernir algunas de las paradojas de nuestra forma de ser y pensar. Se ha instilado en el ideario dominicano que es legítimo aspirar al poder como una manera de mejorar la situación personal. Se asume que cuando alguien, en su condición de funcionario público y violando la confianza del elector, aprovecha su posición para obtener ganancias privadas, se convierte en un "vivo", no en un ladrón. No advertimos que el dinero robado por este "vivo" es el que impide luchar efectivamente contra la pobreza. Este abuso de confianza, que constituye una figura del derecho penal, de alguna manera ha sido diluido en la corriente de desparpajo de los últimos cuarenta años de política.
Esta dilución ética y moral es un fenómeno psico-social cuya causa esta firmemente enraizada en el liderazgo político. En 1921 Freud [4] publicó su análisis del rol del líder, estudiando la importancia de la identificación y los lazos emocionales de los miembros de los "grupos primarios". Según un concepto establecido por Spotnitz and Meadow [5], si el líder es corrupto, su "idolización" hace la corrupción "legal", emocionalmente "contagiosa" y la esparce en asociación con conductas antisociales. Cuarenta años de ejercicio del poder han dejado una experiencia de riquezas injustificadas e impunidades bochornosas que sólo se explican en la progresiva anestesia del sentido ético de la nación.
La propuesta legislativa que establece la inmunidad de los ex-presidentes es de una honestidad paradigmática. En términos generales las normas jurídicas (los derechos, en sentido estricto) presuponen las normas éticas y morales. Esta propuesta recoge la nueva norma ética ya establecida de que sólo se persigue ex-presidentes por retaliación política, pues la corrupción no es materia punible.
Como el "contagio" de la conducta corrupta nos alcanza a todos, 40 años de deterioro ético han enseñado a buena parte del sector privado que esta conducta antisocial es rentable. Más de cuatro millones de dominicanos pobres pagan hoy con hambre e indefensión la elevación del corrupto dominicano a icono del éxito. Mientras las naciones desarrolladas trabajan aceleradamente en la aplicación del criterio de "Gobierno Corporativo"; filosofía que promueve la transparencia y la responsabilidad de la empresa con sus socios, clientes y sociedad, en nuestras ciudades se hace ostentación del éxito espurio.
El resultado para la nación dominicana es el que señala el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo: "La corrupción debilita la habilidad del estado para obtener consenso y obligar al respeto de reglas e instituciones, por el deterioro que se produce en la confianza del publico de que estas reglas e instituciones fueron diseñadas para ser justas y para aplicarse sin discriminación ni prejuicio" [6]. Abundan ejemplos en los tres poderes del estado dominicano de buenas reglas e instituciones en las que nadie cree ni respeta. Peor aún, el daño ya hecho a la credibilidad del pueblo en la lucha anticorrupción tomará una poderosa y continuada voluntad política para rectificarlo.
La capacidad de generar Rentas Monopólicas es intrínseca al ejercicio del poder. El gobierno es un gran cliente de productos y servicios y maneja información privilegiada en adelanto al resto de la sociedad. La corrupción se crea cuando la asignación de esas rentas se convierte en discrecional y no existen mecanismos de transparencia. Igual que en la empresa privada, el gobierno tiene mecanismos de control interno. El derecho de información, las reglas claras, precisas, formales, fácilmente comprensibles, las prácticas generalmente aceptadas y transparentes y la responsabilidad de rendir cuenta a organismos que son ajenos al poder político constituyen la base de esos mecanismos; y sobre todo ello, el imperio de la ley. Cuando el político-funcionario sienta que la ley está por encima de él y es igual para todos, cuidará más el manejo del erario público.
Sin embargo el elemento más importante es la educación de la población. Cuando el dominicano medio pueda ver la realización de sus aspiraciones legítimas en la aplicación juiciosa de su capacidad de trabajo y sus conocimientos, en un ambiente de sana y justa competencia, se cerrará la puerta a la búsqueda del dinero fácil que provee "un carguito público".
Serie de articulos publicados en el Periodico Hoy en mayo del 2003
[1] World Bank. (1997). World Development Report, Oxford: Oxford University Press.
[2] Tullock, G. 1967 "The Welfare Costs of Tariffs, Monopolies and Theft," Western Economic Journal, 5: 224-32.
[3] Rose-Ackerman, S. 1997 "Corruption and Development" Paper Presented in Ninth Annual Bank Conference in Development, April 30-May 1, 1997, Washington, DC: World Bank.
[4] Freud, S. 1921 "Group Psychology and the Analysis of the Ego." Standard Edition, 18:67- 134, The Hogarth Press, London –––– 1917
[5] Spotnitz, H. and P.W. Meadow 1995 "Toward Understanding of Emotional Contagion" and "Special Resistances in Group Analysis", in Treatment of the Narcissistic Neuroses, pp. 69-90 and 245-262. Jason Aronson. Northvale N.J and London
[6] European Bank for Reconstruction and Development. (1998). Transition Report 1998. London: European Bank for Reconstruction and Development
1 comentario:
wow...ya se te lleno esto de Spam!!!
"Esta dilución ética y moral es un fenómeno psico-social cuya causa esta firmemente enraizada en el liderazgo político/.../si el líder es corrupto, su "idolización" hace la corrupción "legal", emocionalmente "contagiosa" y la esparce en asociación con conductas antisociales"
que balaguer que?!?!?
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