El diferendo sobre el
RGD
La discusión del Reglamento
de Generación Distribuida (RGD) está siendo llevada principalmente por dos
intereses. Por un lado los vendedores de
paneles y por otro lado las empresas generadoras y distribuidoras de
electricidad (disco). No estoy seguro de
quien lleva el interés de los usuarios.
La discordia con el RGD es
el precio del kWh inyectado a la red por el usuario. Las opciones son: a)
inyecto un kWh durante el día, me das un kWh cuando no hay sol disponible. b) inyecto un kWh durante el día y me lo pagas
más barato que el que yo demando.
El argumento a favor del
primer caso es que la disco, sin invertir un centavo, está recibiendo energía
que no tiene que comprar a los generadores, pagar transmisión y usar mucho de
sus equipos para distribuir a usuarios cercanos.
El argumento en contra es
que esa es una compra forzosa, no proyectable, que solo beneficia al que la
genera, incrementa la demanda de capital, gastos de operación, mantenimiento y administración
de la distribuidora; por tanto, no se puede pagar al mismo precio que el kWh
que substituye. Tengo mi posición al
respecto. Si vas a un colmado con una
cerveza y le pides que te la cambien por una fría, no te va a salir gratis.
Las energías renovables
y el SENI
El sistema eléctrico era
sencillo en su arquitectura general hasta hace menos de 20 años:
Grandes generadores en diferentes tecnologías suministran la electricidad a una empresa de transmisión que la lleva a todo el país. En la ciudad la disco se la lleva a los usuarios. La distribuidora paga el precio de la energía generada, de transmitirla hasta las subestaciones y el costo de llevarla de allí a la puerta del usuario donde le agrega su margen, y la factura, El nuevo sistema eléctrico es diferente:
Las energías renovables han traído una revolución en la generación, almacenamiento, transmisión y distribución reduciendo el consumo de hidrocarburos y las emisiones de gases de efecto invernadero. Por otro lado afectan la confiabilidad del suministro, la estabilidad de la red, su administración, su regulación y los costos asociados.
El control del sistema
eléctrico dominicano no se diseñó para la versión moderna del mismo. Eso requiere una importante inversión en la
administración de este para gestionar la incertidumbre.
Item |
Perdidas 38% |
Perdidas 10% |
Precio de compra |
$0.090 /kWh |
|
Transmisión |
$0.010 /kWh |
|
Valor Agregado
Distribución |
$0.030 /kWh |
|
Costo de electricidad |
$0.130
/kWh |
|
Perdidas Técnica y
no-Técnicas |
38.0% |
10.0% |
Costo Comercial de electricidad |
$0.210
/kWh |
$0.144
/kWh |
Precio de venta |
$0.156 /kWh |
|
Beneficio (Pérdida) Neta por kWh |
(-$0.05) |
$0.01 |
kWh Vendidos |
19.29 billones |
|
Beneficio
(Pérdida) Directa |
(-$1,024,422,073) |
$220,875,418 |
A los generadores le
preocupa la predictibilidad de su producción y ventas. A los que instalan sistemas renovables les
interesa que sus clientes recuperen su inversión lo más rápido posible.
Transmisión y distribución le conviene minimizar las perdidas técnicas y no técnicas.
El usuario final demanda energía de calidad, 24/7, a precio bajo. Como se ve,
no hay intereses comunes.
Al regulador del sistema,
que es el árbitro, le debe interesar la
estabilidad técnica y económica del mismo, dar señales de mercado que
incentiven la generación y distribución suficiente en cantidad y calidad para
suplir la demanda presente y futura a precios razonables.
Mientras tanto, la realidad
económica de las distribuidoras es algo así como el cuadro que sigue:
El subsidio de la
electricidad es de mas de mil millones de dólares al año por las perdidas
técnicas y no técnicas de las distribuidoras.
Veo dos soluciones: reducir
las pérdidas a nivel de una distribuidora eficiente (10%), o subir el precio
del kWh en 25% o 30%.
En la situación actual, no
existe forma que estas reciban un subsidio de más de mil millones de dólares al
año y realicen una inversión de $400 millones en modernizar su sistema. Subir
el precio del kWh es una medicina amarga, pero Milei en Argentina parece haber
demostrado que la gente está dispuesta a tomarla.
Los que pagan la electricidad pagarían por los que se la roban, sin pasar por las arcas del estado. El subsidio actual puede usarse para reducir la deuda externa o el déficit cuasi fiscal del Banco Central. Entre otras cosas, la ira de los que pagan la luz forzaría a buscarle solución de corto plazo a la ineficiencia de las discos para eventualmente reducir el precio de la electricidad.