A nombre de:
La Asociación de Empresas Industriales de Herrera; y
Comisión de Tecnología de la Asociación de Dominicanos Ex-alumnos de Tecnológico de Monterrey.
Santo Domingo, D.N., República Dominicana. 21 Septiembre 2006
SEÑORES:
El deficiente sector Eléctrico que nos ha tocado vivir en los últimos 50 años, tiene su origen y fuente de males en la politización del sector que ha incidido en que no se hayan seguido los diversos planes de expansión a lo largo de este medio siglo.
Nosotros no creemos que el problema radique en que el sector sea manejado por el ESTADO o por el SECTOR PRIVADO. Lo que si entendemos como prioritario y necesario, es que los planes coherentes de recuperación que se han elaborado y se elaboren, no sean desconocidos por los mismos gobiernos que lo elaboraron y por los administradores de turno y por los que se suceden, que olímpicamente desconocen todo lo hecho por el anterior incumbente.
No es lo mismo dejar construcciones civiles sin terminar en las diversas provincias por ser del gobierno anterior, pues aunque es malo, el nuevo hace otras y ninguna tiene una interconexión vital entre ellas con afectación general. En el caso del Sector Eléctrico, los planes son interrelacionado, las soluciones son de mediano y largo plazo, y cuando se detienen, se modifican o simplemente se ignoran y no se hace nada, esto repercute nacionalmente en el corto, mediano y largo plazo, como hemos visto en el pasado y estamos sufriendo el presente.
Es necesario fortalecer el sector con una supervisión estricta, esmerada, rígida, capaz y transparente. Que se base en las leyes y las metas fijadas, y que no permita desplazamientos de los objetivos, las obligaciones y responsabilidades, por ninguna causa, ni política ni económica, mucho menos de corrupción.
Aquí hay muchos técnicos capaces en las distintas áreas. Algunos se han politizado y esta nueva condición ha puesto su técnica en segundo plano, siendo instrumentos propicios de los constantes vaivenes políticos. Se necesita de un plan. Se necesita de seriedad. De determinación. De mucho y constante apoyo político. De un pueblo consciente y vigilante, que fuera de sus conveniencias y simpatías políticas vele por el bienestar suyo, el de su familia y el de su país. Por su desarrollo y su progreso.
Ahora estamos inmersos en una discusión que no debió darse. Se planeó una Reforma del Sector Eléctrico en el 1999 por los actuales incumbentes del Gobierno. Ahora, tras otro gobierno diferente cuyo primer mensaje era “que no les iba a pagar a los generadores”, creando caos e incertidumbre, nuevamente en el poder, aparentemente da marcha atrás a la Reforma planteada y legalizada. No cumple la ley, permite que se hagan entre otras muchas cosas, dos oligopolio que en pocos meses cubrirán el 80% de la oferta de generación, una por un grupo distribuidor AES a quien le está por ley prohibida la generación mayor a un 15% de su demanda, en sus plantas propias y sus vinculaciones. Vivimos entre ciegos, pues las autoridades no ven o no quieren ver.
Esta falta de supervisión, de rigor, esta violación flagrante de la ley, traerá muchos problemas y nos dará mucha agua que beber si no la corregimos.
No se puede lograr que una tortuga camine poniéndole un rodillo arriba.
El principal y más acuciante problema de todos los que ahora tenemos es que las Edes no cobran la energía que despachan a sus redes de distribución. Evidentemente no hacen un esfuerzo verdadero en ese sentido. No invierten en tecnología por estar descapitalizadas. Sólo cobran el 50% de lo que venden, y aunque más que dupliquen el precio a que compran, no existe posibilidad de mantenerse, pues ningún negocio prospera bajo esas realidades, en esas condiciones. Subsiste sólo por la ayuda paterna.
No importa que tengan administración importada, la cual con sus altos salarios, dietas y prestaciones, en realidad agravan el problema.
Hemos llegado a este punto de deterioro cosechando lo que los gobiernos han sembrado, 22 años del PRSC, 12 años del PRD y 6 del PLD, porque para empezar, los gobiernos no pagaban sus propios consumos. Los políticos y militares tampoco. Muchos empresarios y gran parte del pueblo se la robaban quizás para no desentonar. Se obligaba a la CDE a inversiones y prestamos para expansiones político-sociales. Se le mermaba sus ingresos, tampoco se le otorgaba dinero suficiente y oportuno para compra y mantenimiento de equipos. En fin, todo un rosario de politiquería en un sector crucial y estratégico y que es un derecho de cada habitante de este país.
Planes van y planes vienen, cuando se elige un camino antes de que pueda empezar a dar frutos, se interrumpe. El sector se satura de estudios y queda huérfano de realidades. Se hacen todo tipo de acuerdos y ninguno se cumple. Mientras, el país se desespera, ellos entre tanta incapacidad de cumplir metas se enriquecen con soluciones urgentes. Los técnicos se frustran, unos se van del país, otros muchos se vuelven abúlicos, receptores de sueldos y otros se corrompen.
A nuestro juicio no basta con aprobar o no un nuevo y dichoso plan, que lo más probable es que seguirá el mismo rumbo de tantos otros. Hay que encontrar la filosofía y fijarse meta. Establecer estrategias del corto, mediano y largo plazo. No podemos seguir jugando, ni con modelos corruptos. No podemos emplear más subsidios millonarios en dólares para que unos se enriquezcan y la mayoría sufra carencias, facturas confiscatorias, apagones inmisericordes. Subsidios que son mayores que los recursos que se destinan a la mala educación de nuestro pueblo. Por este camino tendremos un país de ignaros funcionales y apagados. Subsidio mayor que el presupuesto para salud, y todo eso como un aporte mensual que no resuelve nada, que se va a un barril sin fondo sin aportar una sola solución, que muchas veces no se cubre oportunamente y trae adicionales apagones financiaros que se suman a los ya existentes.
Hay que replantear de nuevo el Sector Eléctrico. El Estado o se mete de cabeza, o lo deja en manos privadas, con un esquema legal y supervisión rigurosa, nada parecido a lo que ahora tenemos. Así lo plantea Adam Smith: fortalecimiento de la institucionalidad y de la supervisión. A ellos si les creen pues ningún técnico dominicano tiene credibilidad. Somos candil de afuera y oscuridad de adentro.
- Se necesita transparencia, mucha transparencia.
- Se necesita honradez y castigo a los corruptos. Castigos ejemplares. El doble de la pena si son funcionarios.
- Tenemos que hacer contratos claros, donde la mano negra no escriba travesuras y donde no haya maletines.
- Tenemos en lo posible ir adaptando nuestras tarifas al juego del mercado, para ello es indispensables no permitir monopolios ni oligopolios, como existen hoy haciendo travesuras. Somos un mercado muy chico, pero mucho se puede hacer con rigor y reglas claras.
- Se necesitan que se preparen técnicos nacionales para manejar el sector eléctrico.
- Se necesita de una Comisión de Políticas Energéticas o Secretaría de Energía, encabezada por personas serias, capaces y con compromiso patrio.
Nosotros debemos convertirnos en los motores de nuestro desarrollo, y no sólo aceptar lo que digan los Organismos Internaciones y los Asesores de paso, que generalmente nos tratan como incapaces y nos usan como conejillos de india, con proyectos fallidos y a costa de aumentos de nuestra deuda externa o eterna, como dicen muchos, y quienes a veces se convierten en cobradores de intereses privados.
En ocasiones nos faltan pantalones y orgullo patrio para ser los autores de nuestro desarrollo, para defender lo nuestro con racionalidad y visión clara.
De este Foro debería salir un plan coherente para recuperar los escombros de lo que tenemos y con ellos ir levantando el nuevo edificio del sector eléctrico. Lo primero, sería:
- Bajar la tarifa a todos y no restringir la demanda como ahora, lo que cesaría los apagones.
- Dedicarse a cobrar y facturar toda energía servida, sin aceptar presiones políticas de que a ti si y a ti no.
- Invertir en equipos y tecnologías anti-robo, y cumplir con las leyes existentes. Seccionar circuitos y adaptarlos a un servicio apropiado y de calidad.
- Los planes sociales del gobierno, tiene que darlos él, no como ahora que regala a los pobres en barrios toda la energía generada por las hidroeléctricas manteniendo quebrada a la CDEEE, donde también se benefician muchos negocios y talleres.
- Hacer una campaña de concientización de que la energía es cara, que en el futuro será más cara, pues se genera con divisas y en base al precio del petróleo internacional.
- Hacer campañas de ahorro energético y concienciar a todos que hay que pagarla, como se pagan la comunicación: teléfonos, celulares y telecable; como se pagan las cervezas y demás bebidas; como se paga la gasolina y el diesel. En la vida nada es regalado excepto el aire que respiramos todavía….
- Aprobar la ley de energía no renovable que debería ser una parte de la ley general, no nada aparte.
- Liberar los paneles solares, sus componentes, generadores eólicos y sus controles, de todo gravamen aduanal y de Itebis. Financiándolos incluso en la factura eléctrica a varios años, para que cada uno se pueda ayudar a rebajar su costo como se hace en Europa o en Florida, y de ser posible subsidiando parte de su costo. Igualmente los calentadores solares para agua y estudiar la eliminación de las bombas de agua caseras, mejorando la presión del acueducto en un suministro continuo. Tenemos que economizar petróleo a toda costa.
- Con parte del dinero economizado en subsidio, se podría ayudar a que salgan de la pobreza el 1,300,000 que el PNUD cuantifica que ingresaron en el último gobierno a vivir por debajo de la línea de la pobreza, un gobierno no populista, sino incapaz, adicional a los que antes existían. Dar esperanzas y realidades al pueblo.
- Eliminar el subsidio cruzado en la tarifa, pues con los impuesto cada día en aumento, los programas sociales deben se los responsables de la redistribución de la riqueza. No es correcto ni justo querer además cargar a todos con cargas que son más impuestos. Todos pagamos el minuto en celular al mismo precio. La ley no es una para unos y otra para otros.
En 51 años hemos convertido una empresa rentable en un adefesio, que no permite al país competir internacionalmente con sus industrias, que nos hace vivir aferrados a plantas de emergencia ineficientes y contaminantes y a inversores y baterías gastadores en demasía. Hay que sacar la política. Todo lo demás vendrá sólo. Con mucho trabajo, planificación, transparencia, capacidad y sobre todo honestidad.
Todos los estudios están hechos y se están actualizando cada día. Conocemos el problema, sabemos cómo resolverlo. Que nos dejen hacerlo para bien de todos.
Muchas gracias.