domingo, marzo 11, 2007

Sound Bite

Sound bite es una frase norteamericana para referirse a sonidos breves que expresan “una mordida de información”. Una mordida que provee lo suficiente para dar una idea, entretiene la imaginación del oyente y da la impresión de que le han dicho algo. En tres segundos se puede decir “Sed justos si queréis ser felices” y pretender que se ha transmitido la filosofía política de Juan Pablo Duarte. Se toma bastante más tiempo explicar la influencia que puede haber tenido en él joven Duarte, a los 17 ó 18 años de edad, su estancia en Barcelona en los preludios de la primera guerra Carlista.

La diferencia estriba en que para la mayoría de los electores modernos, de escasa formación, la imagen del candidato se construye a partir de sound bites y no con largos discursos de fondo que transmiten su visión sobre la génesis de los problemas del país y sus propuestas programáticas de solución. “Tenemos que acabar con la pobreza sempiterna de las mayorías hambreadas que malviven en los anillos de miseria de nuestras ciudades, y para ello nuestro gobierno creará 200,000 nuevos empleos en su primer año” se dice en quince segundos, suena bien, es políticamente correcto, transmite una visión de que el candidato tiene una solución al problema, pero es una bobería más si no se explica como. Algún economista argüirá que esto es indiferente para los fines de una elección, ya que los sound bites de un candidato se anulan con los sound bites del otro y el efecto neto es cero; no necesariamente.

Donald Wittman en un artículo publicado en el Journal of Political Economy 97 (1989) titulado “Why Democracies Produce Efficient Results”, dice en la página 1241: “Detrás de cada fracaso de un modelo de gobierno existe la presunción de extrema estupidez del votante, una seria falta de competencia o un costo de negociación/transferencia muy alto.” (Traducción del autor). Hablar de estupidez del elector se considera políticamente incorrecto, y muchos economistas dirán que lo que existe es ignorancia.

Wittman contraataca con un argumento demoledor: La ignorancia solo afecta la Varianza de una serie estadística, no causa errores sistemáticos. Analicemos un ejemplo de error sistemático: Todos estamos de acuerdo en que hay que proteger a los productores de arroz frente al TLC, para evitar que los subsidios a la producción norteamericana ahogue los productores locales.

En el año 2003 el consumo de arroz de República Dominicana según el GAIN Report - DR3021 (USDA) fue de 333 mil toneladas métricas con un precio a mayorista equivalente a $500.00 dólares por tonelada. Adicionalmente, el gobierno creó un Programa de Pignoración, por medio del cual el productor entrega arroz al Banco Agrícola y el banco le adelanta dinero. Luego el productor retira el producto según lo va vendiendo y el gobierno absorbe parte del costo de los intereses y el almacenaje. Ese programa costó al estado dominicano en el 2003 el equivalente a $11.4 millones de dólares. En total, la población dominicana pago $177,9 millones de dólares por la producción de arroz de ese año. En ese mismo período, cuya producción fue extraordinaria, se exportaron 21,000 toneladas a España a un precio promedio de US$160.00 la tonelada.

Si en lugar de producir el arroz lo hubiésemos importado al mismo precio que se exportó, las 333 mil toneladas nos hubiesen costado $53.3 millones de dólares y los consumidores dominicanos nos hubiésemos ahorrado US$124.6 millones de dólares. El próximo argumento será ¿Y que hacemos con los esforzados padres de familia que trabajan en el sector arroz?

Dos datos: a) según el Banco Central en el sector agrícola había ese año 425,959 personas trabajando; b) el sector arroz representó el 13.4% del valor total de la producción agraria del país. Aplicando la proporcionalidad, al sector arroz le tocaría 57,206 empleados. O sea, 8,659,302 dominicanos (incluyendo las familias de los que trabajan en el sector arroz) debieron sacrificarse y pagar el arroz a más del doble de su precio mundial para que los esforzados padres de familia del sector tengan sustento.

El presupuesto total de la Secretaria de Agricultura para el año 2006 fue de RD$5,855 millones de pesos, al cambio de RD$33.50 esto son $174,8 millones de dólares. Si la mitad de lo que podríamos ahorrar en el arroz en un año se dedicara a buscarle solución alternativa a las tierras dedicadas a su siembra, el presupuesto de agricultura subiría en un 36%.

Si la racionalidad primara en las decisiones políticas, el Costo de Oportunidad nos dice que hace más sentido importar arroz que producirlo aquí. Entonces sale el argumento: ¡Debemos ser autosuficientes en la producción de arroz! Y yo pregunto ¿Para que? ¿Seguridad alimentaria? Si mañana nos pusieran un bloqueo y permitieran el paso del arroz, pero prohibieran el paso del petróleo, se acabaría la RD en tres semanas.

Gwartney y Wagner en el trabajo “The Public Choice Revolution” publicado en el Intercollegiate Review, 23, 1988, página 21 dicen: “Cuando los beneficios están concentrados y el costo es difuso, los políticos se dirigirán, como si una mano invisible los guiara, a servir los propósitos de los beneficiarios bien organizados…Por supuesto, el votante promedio (“racionalmente ignorante”) no está al tanto de que la presión de los grupos de interés han subido los precios del arroz, mientras tanto, los productores de arroz están entre los principales contribuyentes de los políticos que ejercen un impacto clave en la política agrícola.” (Donde he puesto arroz dice azúcar en el original).

¿Porqué los importadores, que están bien organizados no protestan y presionan? En el 2003, año record de producción de arroz, se importaron legalmente 75,000 toneladas con un margen bruto de beneficios de $23.1 millones de dólares para los favorecidos que “negociaron” permisos de importación. US$23.1 millones de dólares que fueron a engrosar los bolsillos de comerciantes inescrupulosos y políticos corruptos a costo de los dominicanos pobres que tienen en el arroz su principal fuente de nutrición.

Sound bites, de eso se trata. Los dominicanos nos abocamos a unas elecciones presidenciales que auguro serán las más caras de nuestra historia republicana. La conciencia nacional se influencia y construye a base de sound bites o como dice mi homónimo Frederic Martínez, -El Pacha- “radio picaito”. Año de zafra para los medios, los interactivos y propicio para fomentar la estupidez de una población ignorante por decisión de los políticos, que entienden que no es prioritario invertir en la educación del pueblo. Concluyo con una cita de un tocayo más elevado en el pensamiento, Claude Fréderíc Bastiat, economista político francés quién publico en el 1845 sus “Sofismas Económicos”:

“Para robar al público, es necesario engañarlo. Engañarlo es persuadirlo de que se le está robando para su propio beneficio, e inducirlo a aceptar, a cambio de lo que es suyo, servicios ficticios y frecuentemente aún menos. Este es el propósito del sofismo, sea este teocrático, económico, político o monetario”.

LOS QUE QUEREMOS LA DECENCIA SOMOS MÁS
Email: federico@promarketdr.com,
Publicado en el Periodico Hoy el 13 de marzo del 2007

No hay comentarios: