miércoles, diciembre 11, 2024

El Reglamento de Generación Distribuida (RGD)

 

El diferendo sobre el RGD

La discusión del Reglamento de Generación Distribuida (RGD) está siendo llevada principalmente por dos intereses.  Por un lado los vendedores de paneles y por otro lado las empresas generadoras y distribuidoras de electricidad (disco).  No estoy seguro de quien lleva el interés de los usuarios.

La discordia con el RGD es el precio del kWh inyectado a la red por el usuario. Las opciones son: a) inyecto un kWh durante el día, me das un kWh cuando no hay sol disponible.  b) inyecto un kWh durante el día y me lo pagas más barato que el que yo demando.

El argumento a favor del primer caso es que la disco, sin invertir un centavo, está recibiendo energía que no tiene que comprar a los generadores, pagar transmisión y usar mucho de sus equipos para distribuir a usuarios cercanos.

El argumento en contra es que esa es una compra forzosa, no proyectable, que solo beneficia al que la genera, incrementa la demanda de capital, gastos de operación, mantenimiento y administración de la distribuidora; por tanto, no se puede pagar al mismo precio que el kWh que substituye.  Tengo mi posición al respecto.  Si vas a un colmado con una cerveza y le pides que te la cambien por una fría, no te va a salir gratis.

Las energías renovables y el SENI

El sistema eléctrico era sencillo en su arquitectura general hasta hace menos de 20 años:


Grandes generadores en diferentes tecnologías suministran la electricidad a una empresa de transmisión que la lleva a todo el país.  En la ciudad la disco se la lleva a los usuarios.  La distribuidora paga el precio de la energía generada, de transmitirla hasta las subestaciones y el costo de llevarla de allí a la puerta del usuario donde le agrega su margen, y la factura,  El nuevo sistema eléctrico es diferente:


Las energías renovables han traído una revolución en la generación, almacenamiento, transmisión y distribución reduciendo el consumo de hidrocarburos y las emisiones de gases de efecto invernadero.  Por otro lado afectan la confiabilidad del suministro, la estabilidad de la red, su administración, su regulación y los costos asociados.

El control del sistema eléctrico dominicano no se diseñó para la versión moderna del mismo.  Eso requiere una importante inversión en la administración de este para gestionar la incertidumbre.

Item

Perdidas 38%

Perdidas 10%

Precio de compra

$0.090  /kWh

Transmisión

$0.010  /kWh

Valor Agregado Distribución

$0.030  /kWh

Costo de electricidad

$0.130  /kWh

Perdidas Técnica y no-Técnicas

38.0%

10.0%

Costo Comercial de electricidad

$0.210  /kWh

$0.144  /kWh

Precio de venta

$0.156  /kWh

Beneficio (Pérdida) Neta por kWh

(-$0.05)

$0.01

kWh Vendidos

19.29 billones

Beneficio (Pérdida) Directa

(-$1,024,422,073)

$220,875,418

A los generadores le preocupa la predictibilidad de su producción y ventas.  A los que instalan sistemas renovables les interesa que sus clientes recuperen su inversión lo más rápido posible. Transmisión y distribución le conviene minimizar las perdidas técnicas y no técnicas. El usuario final demanda energía de calidad, 24/7, a precio bajo. Como se ve, no hay intereses comunes.

Al regulador del sistema, que es el árbitro,  le debe interesar la estabilidad técnica y económica del mismo, dar señales de mercado que incentiven la generación y distribución suficiente en cantidad y calidad para suplir la demanda presente y futura a precios razonables.

Mientras tanto, la realidad económica de las distribuidoras es algo así como el cuadro que sigue:

El subsidio de la electricidad es de mas de mil millones de dólares al año por las perdidas técnicas y no técnicas de las distribuidoras.

Veo dos soluciones: reducir las pérdidas a nivel de una distribuidora eficiente (10%), o subir el precio del kWh en 25% o 30%.

En la situación actual, no existe forma que estas reciban un subsidio de más de mil millones de dólares al año y realicen una inversión de $400 millones en modernizar su sistema. Subir el precio del kWh es una medicina amarga, pero Milei en Argentina parece haber demostrado que la gente está dispuesta a tomarla.

Los que pagan la electricidad pagarían por los que se la roban, sin pasar por las arcas del estado. El subsidio actual puede usarse para reducir la deuda externa o el déficit cuasi fiscal del Banco Central.  Entre otras cosas, la ira de los que pagan la luz forzaría a buscarle solución de corto plazo a la ineficiencia de las discos para eventualmente reducir el precio de la electricidad.