viernes, diciembre 29, 2006

La "Representativa" y La Pobreza

La mitología de nuestra época no es religiosa, sino política, y sus principales mitos parecen ser, por un lado, la “representación” del pueblo, y por el otro, la pretensión carismática de los líderes políticos de estar en la posesión de la verdad y de actuar en consecuencia.

Bruno Leoni, Freedom and the Law (1961).

Cuando a Juan Bosh le dio por desbarrar de la democracia como se practicaba en el caribe imperial, comenzó a llamarla “La Representativa”. No se si en ese momento hubía leído a Bruno Leoni en su libro “Libertad y La Ley”; Leoni fue catedrático de Teoría Legal y Teoría del Estado en la Universidad de Pavia, Italia. Sostiene como nodo central de su trabajo que en la sociedad moderna el cuerpo legal se desarrolla en detrimento de la libertad individual. Este cuerpo legal está formado por el poder judicial y más vigorosamente por el poder legislativo.

Las leyes fiscales y la ley de presupuesto son la intervención del estado en el bolsillo del pueblo. Las primeras definen lo que el estado ha de demandar de sus ciudadanos y la segunda como ha de gastar lo que recaude. Las leyes fiscales, cual que sea, no son bienvenidas cuando pretenden sacar más dinero a favor del gobierno; las segundas sólo son observadas en lo general, pues la aplicación específica del presupuesto es algo que nos enteraremos muy al futuro y sin detalle. Hay parámetros que señalan lineamientos generales: preguntarse ¿Cual es la Carga Fiscal, de donde sale y como se compara con otros países? es la forma más general de medir que tan razonable es el costo del estado.

Según las estadísticas del Banco Central para el año 2005 las recaudaciones del gobierno dominicano fueron equivalentes a 17.8% del PIB. Eso poco más o menos significa que de cada RD$5.60 que se producen en el país un peso se le entrega al gobierno. ¿Cómo se compara eso con otros países?

La CEPAL presenta las estadísticas del Gobierno Central solamente, por lo que los porcentajes son menores, pero como lo que es igual no es ventaja, permite las comparaciones. El otro punto que nos permitimos agregar es el Índice de Percepción de la Corrupción, o “Índice de Transparencia” publicado por Transparencia Internacional para el mismo año.

Ingresos Tributarios Sobre el PIB

e Índice de Transparencia, 2005

País

%

IT

Uruguay

17.7

5.9

RD

16.8

3.0

Nicaragua

16.7

2.6

Perú

13.8

3.5

Venezuela

12.0

2.3

Paraguay

11.9

2.1

México

9.7

3.5

Panamá

8.9

3.5

Fuentes: CEPAL, Sistema de Consulta Integrada, diciembre 2006.

Transparencia Internacional, IPC 2005.

Estamos en la segunda posición de la muestra en cuanto a porcentaje del PIB que se lleva el Gobierno Central, sólo precedidos por Uruguay, sin embargo, somos el quinto de los ocho países en cuanto a transparencia, seguidos por Nicaragua, Venezuela y Paraguay. En conclusión, tenemos un gobierno caro, pero el problema de la corrupción lo hace mas caro aún, pues los fondos que deberían ir al combate de la pobreza se pierden en las uñas de los corruptos.

Si los ingresos del gobierno suben porque le cobra más a las empresas y a los ricos para ayudar a los pobres, eso está bien. Los Impuestos Directos son aquellos que afectan más al que más tiene: el Impuesto Sobre la Renta y el Impuesto sobre Beneficios de Juegos de Azar. Este renglón representa para el 2005 el 18.8% del total de los ingresos del gobierno, habiéndose reducido del 22.3% que fue en el 1990.

Los Impuestos Indirectos se aplican al consumo y alcanzan a todo el mundo; estos son el ITBIS y los selectivos. Para el 2005 los impuestos indirectos constituyen el 49.0% de los ingresos del gobierno; quince años atrás, en 1990, este renglón aportaba sólo el 24.9%. Los impuestos indirectos son más o menos justos en proporción a la distribución del ingreso. Si todos los dominicanos ganáramos igual pagaría más impuesto el que mas gaste, lo cual es equitativo. En una sociedad profundamente desigual como la nuestra, los que menos reciben tienen la necesidad de gastar una mayor proporción de sus ingresos para mal vivir. Por tanto, lo que pagan de impuestos indirectos como parte de sus ingresos es inmensamente mayor que los que reciben ingresos superiores. En resumen, en República Dominicana se le cobra más a los que menos tienen: ¿por qué?

La historia político-económica reciente de República Dominicana insinúa dos cosas: a) la democracia representativa dominicana representa a los que más tienen, no al pueblo que vota, y b) la representación de los votantes ha caído en manos de un grupo de empresarios de la política agrupado en ONG’s llamadas partidos que la ejercen como medio de enriquecimiento.

A partir del 1966 los líderes de los partidos políticos comenzaron a financiar sus campañas a través de los grupos de intereses económicos. La corrupción en el ejercicio del gobierno crea riqueza en manos de estos líderes políticos y el anillo alrededor de ellos, permitiendo al liderato obtener un botín de guerra que les facilita seguir compitiendo por el mismo. Habiendo más para gastar, las campañas se hacen cada vez más caras. De la misma manera, mientras más tiempo se está fuera del poder, o más honesto se es en su ejercicio, menos capital se acumula que permita ser un competidor con posibilidades.

La opinión del que vota se nutre de las informaciones que le llegan por los medios de comunicación de masas, estos a su vez han sido adquiridos por grupos económicos que los usan para presionar a los políticos. Los profesionales de estos medios son “bocinas” extraoficiales de uno u otro candidato y la representación del pueblo la tienen los “interactivos” pagados por los políticos; todo por y con cada vez más dinero.

En la provincia Independencia hubo 21,873 votos válidos en las elecciones del 2006 para la posición de Senador, el ganador de las mismas obtuvo 8,444. Sumando los 52 salarios (13 por año), las 48 asignaciones de gastos y la mitad del valor de las dos exoneraciones que le tocan, cada voto obtenido tiene una renta potencial de menos de mil pesos en los cuatro años. Si se toma como modelo de negocio, ser candidato a senador en la provincia más pequeña del país no es negocio, imagínese el lector lo que será en La Vega con 146,000 votos válidos. Estoy totalmente seguro que ocho millones de pesos en la campaña de la provincia Independencia gastó el candidato que quedó en último lugar. Estoy además seguro que no importa cual candidato ganara las elecciones nada cambiará en Jimaní.

Los dominicanos pobres y de clase media estamos secuestrados por una “Democracia Representativa” que utiliza el sistema de partidos; partidos que demandan un botín cada vez mayor para poder mantener la espiral de gastos que implica asaltar o mantenerse en el poder. Estamos secuestrados por medios de comunicación en manos de grupos de intereses económicos miopes que sólo ven el beneficio de corto plazo. Medios manejados por “comunicadores independientes” que viven de las boas políticas y donde la “opinión pública” es Bigote, el Líder de Herrera. Estamos secuestrados por organizaciones de la “Sociedad Civil” cuyo propósito es mantener el estatus quo, y es que la mediación entre los mercaderes del templo es más rentable que la justa ira del látigo del Nazareno.

Los pobres y la clase media dominicana somos tan inofensivos para nuestros depredadores que se nos permite decir lo que queramos. Hasta que se iluminen las mentes de los que tienen algo que perder y tomen medidas para romper este circulo vicioso de partidos-gobierno-sociedad civil sin chequeos ni balances seguiremos haciendo uso de la impunidad que nos permite decir lo que pensamos, porque total, a nadie que es alguien le importa.

El autor es consultor de negocios

Email: federico@promarketdr.com

Publicado en el Periodico Hoy el 30 de diciembre del 2006

lunes, diciembre 18, 2006

Yipetocracia

El dominicano es sin duda amable y hospitalario; excepto cuando se sienta detrás de un volante. La misma persona que se saldría de su ruta para ayudar a un desconocido a encontrar una dirección, se convierte en un energúmeno cuando debe pararse antes del paso de peatón para evitar bloquear una intersección o debe cederle el paso a otro vehículo. Esta conducta antisocial se exacerba cuando su vehículo es una “yipeta”. Y es que la anomia del ser ha encontrado su redención en el mercado: “soy mi yipeta”, parece decir el señor que sentado a dos metros del suelo se eleva por encima de su mediocridad sobre el “leather” de sus asientos, mientras su equipo de música desparrama el arte de Julián Oro Duro o escucha la cháchara de la mañana.

Según las estadísticas de la Dirección General de Impuestos Internos, en el año 2000 el parque vehicular privado de yipetas era 40,621; para el 2005 se había triplicado: 124,802. Curiosamente, los reportes de la DGII, no indican el número de vehículos oficiales en el parque vehicular nacional. Presumo no andar muy desencaminado si asumo que entre el Congreso, la justicia, la presidencia con sus 21 secretarías de estado y los más de 100 organismos descentralizado hay varios miles más. Conozco el caso de un Secretario de Estado de la administración pasada que a su llegada al cargo compró a un amigo suyo veinte y tantas yipetas nuevas; su substituto actual las cambió todas por similares, pero de nuevo modelo y nuevo amigo.

El gobierno de Su Majestad la Reina Isabel II de Inglaterra publica en la página web “Decoro y Ética” (Propriety and Ethics*), unas normas muy simples en lo concerniente al transporte de ministros; ellas se basan en cinco principios: decoro, uso eficiente de los recursos, conciencia de costos, seguridad y responsabilidad pública.

En este reglamento de apenas dos páginas, se establece a quien se le asigna chofer y vehículo del estado británico, los usos autorizados y el tipo de vehículo por categoría de funcionario. Tiene en su listado sólo dos categorías de vehículos: Para los ministros del gabinete Vauxhall Omega Elite o el Rover 75 Connoisseur (motores de 3.0 litros) y los demás ministros, vice y parlamentarios “serán proveídos con su elección de Rover 45, Ford Mondeo, Vauxhall Vectra or Nissan Primera con un motor de 1.8 a 2.0 litros y un nivel de accesorios confortables, pero no extravagante”.

Según la Dirección General de Aduana el valor CIF de las yipetas de funcionario dominicano va de US$ 56,549.91 a US$67,211.72, Si el gobierno se decidiese a subastar 2,000 de estas yipetas por su valor CIF y exonera los impuestos a los adquirientes recaudaría cien millones de dólares o más. Con eso puede comprar 2,000 carros que se ajusten a las normas de Su Majestad la Reina Isabel II y sobrarán sesenta millones que pueden dedicarse a combatir la pobreza.

La rectificación fiscal propone un impuesto a la placa equivalente al 1% del valor del vehículo, esto implica que una yipeta de lujo pagará probablemente alrededor de RD$50,000 de placa. Me puedo imaginar “la gente del medio” lamentando en tono hipócrita lo mucho que ha pagado por la placa. Y es que en República Dominicana la yipeta no sólo define el modo de conducir, define también la posición social.

En la sociología popular dominicana las “yipeticas” de fabricación oriental las compra el “pueblo”; las mayores de fabricación oriental y americana (menos las Lexus y similares) califican a su dueño de clase media “con aspiraciones”; Las yipetas Lexus y congéneres indican que adentro va un funcionario y las yipetas de fabricación británica o alemana es el carruaje de la nobleza dominicana de nuevo cuño.

Cuando usted vea en la calle una yipeta piense en lo que cuesta. En la tabla que sigue he tratado de expresar en años de trabajo de un empleado de salario mínimo el precio de estos vehículos:

Tipo de Yipeta (año2006)

Precio de la yipeta expresado en años de trabajo de un obrero de Zona Franca en RD**

Yipetas de la Nobleza Dominicana

74 años y dos meses

Yipeta de Funcionario

58 años y 9 meses

Yipeta de Clase Media "Con Aspiraciones"

34 años

Yipeta del Pueblo

21 años

Todo el mundo tiene derecho a disfrutar el resultado de su esfuerzo, pero cuando ese disfrute ofende la precariedad con la que se desenvuelven aquellos congéneres cuya desgracia es no haber nacido de padres con posibilidades o no haber tenido el chance de engancharse en un partido ganador, ese consumo debe considerarse obsceno.

Mi hermana anduvo por Argentina a principios de año; entre las cosas que le llamó la atención fue la ausencia de yipetas en Buenos Aires. Quizás la explicación de esa ausencia se debe a que los argentinos tienen las piernas más cortas que los dominicanos y les da trabajo “treparse” a esos vehículos tan altos. Otra posible explicación es que Argentina produjo a Borges, Sábato y Cortazar y nosotros peloteros y El Añoñaito.

Hace muchos años tuve el honor de trabajar para Don Pedro Rivera; en una de nuestras conversaciones, explicándome porqué había sacado de la empresa a alguien después de haber sido promovido, me dijo en su profundo acento cibabeño: “Maitine, no to’ ie mundo da pa’ tenei un arma, pa’ tenei cuaito o pa’ sei jefe”.

El autor es consultor de negocios

Email: federico@promarketdr.com, www.tomandoencuenta.blogspot.com

* http://www.cabinetoffice.gov.uk/propriety_and_ethics/ministers/ministers_travel.asp

** Precio de las yipetas tomados de super-carros.com y salario mínimo según resolución 2-2005 de la Secretaría de Trabajo.

Publicado en el Periodico Hoy del 19 de Diciembre del 2006

domingo, diciembre 10, 2006

Colapso

Jared Diamond es profesor de geografía en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) y hasta recientemente profesor de fisiología en la facultad de medicina de esa misma universidad. Ganó el premio Pulitzer por su obra Guns, Germs & Steel; en ella el Prof. Diamond trata de explicar las razones históricas-ambientales por las que Europa conquistó América y no lo contrario. Su última entrega es el libro “Colapso, Como las Sociedades Eligen Fracasar o ser Exitosas”

El Banco Mundial presento el 19 de enero de este año una ponencia del Prof. Diamond sobre este tema. En esta presentación Diamond desarrolla dos conceptos que están inmersos en su obra y que distinguen las sociedades que fueron capaces de resolver los retos y avanzar, y aquellas que fracasaron.

El primer concepto que señala es “el rol de los que toman decisiones (lo reyes, los políticos, los ricos) y su aislamiento de las consecuencias de sus decisiones”. Pone el ejemplo de Holanda y se pregunta porqué esta nación a pesar de tener un tercio de su territorio bajo el nivel del mar, no ha tenido ninguna inundación desastrosa desde el 1ro de febrero de 1953. Concluye que en esa fecha, cuando el mar entro casi 200 kilómetros tierra adentro, mató miles de holandeses pobres y ricos por igual. La elite holandesa comprendió que no podía aislarse del problema y aportaron seis mil millones de dólares para la construcción de los diques que detienen el mar.

El segundo concepto que destaca Diamond como lección a aprender de su libro es la característica de las sociedades exitosas de “estar dispuestos a reevaluar sus valores fundamentales”. Habló sobre el Japón durante la Restauración Meiji y su decisión de abandonar el aislacionismo como política de estado. Concluye el autor que abrirse al comercio y la cultura exterior evitó a Japón terminar siendo una colonia de los europeos, como sucedió a muchos otros estados de oriente y el sureste asiático. Mencionó también el caso del concepto de nación-estado en Europa y como, después de la segunda guerra mundial, los europeos entendieron que con los avances en tecnología militar el continente no resistiría una tercera guerra. La Unión Europea es la respuesta que los otrora chauvinistas alemanes, franceses, italianos, checos, españoles, etc. han encontrado; con el nuevo paradigma de pan-nacionalidad le dan una solución a sus disputas territoriales y económicas.

La clase económicamente pudiente de la República Dominicana está aislada en sus villas de Casa de Campo sin apagones, con seguridad, en abundancia y lejos de la pobreza y por tanto de las consecuencias de sus decisiones sobre el grueso de la población. Este grupo apoyó en su momento personas cuyo ejercicio profesional es la política para que les aseguraran sus intereses. Sin embargo, la corrupción ha creado un “capital de negocios” en manos de esos políticos que les ha permitido a sus líderes independizarse de los intereses económicos que los sustentaron. Los líderes políticos con vocación de negocios se han convertido en ricos empresarios y los que no, se dedican a administrar miles de millones de pesos y dólares que los hace empresarios de la política por mérito propio; ahora es más difícil bajarles líneas.

En este cuadro, el interés del empresariado que no vive de la política es que no se les carguen más impuestos, el de los políticos en el gobierno es asegurar los fondos que permitan continuar en el poder, y el de los políticos en la oposición es asegurarse de lo contrario; la clase media y los pobres de la nación son simples espectadores (y víctimas) de esta lucha de intereses.

Entre 1997 y el 2002, el 10% más pobre de la población dominicana bajó su participación sobre el Producto Interno Bruto de 1.5% al 0.7%, según la CEPAL. Convertido en dólares, esto significa que en 1997 había 800 mil dominicanos que tenían que vivir con 77 centavos de dólar al día; al 2002 casi 900 mil dominicanos tenían que sobrevivir con sólo 46 centavos de dólar al día. En el 1997 el 10% de la población de mayores ingresos recibía el 35.5% del PIB, para el 2002 recibía el 38.4% del mismo. En solo cinco años, los dominicanos más pobres tuvieron una reducción del 41% de sus ingresos mientras el 10% más rico incrementó sus ingresos en un 37%.

Ingreso Diario del 10% Inferior y 10% Superior

de la Población Dominicana, en US$

1997

2002

Cambio

Ingreso Diario del 10% inferior de la Población

$0.77

$0.46

-40.9%

Ingreso Diario 10% superior de la Población

$18.34

$25.11

+36.9%

Fuente: CEPAL, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2004

Alguien podrá decir que muy pobres y muy ricos siempre hay. Sin embargo los datos de la CEPAL dicen que del 1997 al 2002 el ingreso per cápita del 60% de abajo de la población creció un 6.34%, mientras tanto, el ingreso del 40% de arriba de la población creció un 35.00%. Los datos de ingreso que cité arriba son anteriores a la crisis del fraude bancario. El número de personas buscando su primer empleo subió de 233,500 en el año 2002 a 300,725 en el año 2005 según el Banco Central. No entiendo porqué nos asombra el creciente número de delincuentes juveniles; NO HAY EMPLEO, es tan simple como eso. En República Dominicana el índice desempleo para el 2005 es de un 17.9%; casi uno de cada 5 dominicanos no tiene con que ganarse el sustento y la mayoría de ellos son jóvenes y de nivel de ingreso muy bajo que tienen que alimentarse, vestir y vivir con quince pesos diarios.

Nadie quiere que le pongan impuestos, los ricos menos que nadie, sin embargo, el principio de la equidad y la justicia social debería estar en la base del sistema de tributación. Ajustando los datos del 2002 de la CEPAL a la estructura del 2006 la Carga Fiscal en RD es de 20.6% de los cuales el 4.5% era Carga Tributaria Directa y 15.5% sería la carga tributaria indirecta. No existe forma de combatir la pobreza si se suben más los impuestos indirectos. Estos impuestos son regresivos y golpean con más fuerza a los más pobres. Por otro lado, 20.5% de Carga Fiscal es demasiado alto para un país cuyo Índice de Transparencia es uno de los más bajos del hemisferio americano y que cayó del puesto 85 en el 2005 al puesto 99 en el 2006.

Todos los meses alguien que conozco se va a vivir a Miami. En su mayoría son jóvenes profesionales de clase media que ya se hartaron de tratar de progresar en un país donde la casa, el carro, la escuela, la comida, la salud, la ropa y las diversiones son más caras que en Miami. Un país donde un profesional con postgrado gana US$17.00 dólares la hora, 40% menos que un carnicero de un supermercado de cadena en Miami. Un país donde la sirvienta tiene que robarse la comida para poder alimentar los hijos desnutridos y el marido desempleado. Un país donde la violencia criminal es más alta que en Miami. Un país donde una joven prostituyéndose en dos o tres noches gana lo que otra se gana en un mes de trabajo en una zona franca. Un país donde ser corrupto y haberse robado los recursos destinados a combatir la pobreza no es motivo de vergüenza ni encarcelación, por el contrario, es casi prerrequisito para ser candidato a algo.

La tendencia que llevamos va hacia el colapso. Tenemos que detenernos y revisar nuestro código de valores. Si seguimos permitiendo la agudización de la pobreza y la riqueza extrema y concedemos impunidad criminal a nuestros corruptos del sector privado y público estamos cavando nuestra propia fosa como nación.

Tenemos que pagar impuestos justos a un gobierno honesto que los dedique prioritariamente a producir empleo privado y público y a invertir en el desarrollo futuro a través de la educación y la salud; la implementación de esta formula toma el concierto de las voluntades de los que tienen algo que perder cuando llegue el colapso.

Odio hacer estas reflexiones, me parece obvio que llevamos un rumbo equivocado, que la suma de las acciones individuales del que viola un semáforo en rojo y del que aprueba 60 millones para decorar una casa de playa presidencial crean un vector de desintegración. Temo que la salida de los votantes desilusionados sea volver a llevar otro patán al palacio y perdamos otra vez cuatro años en demagogia y desfalco.

Quiero para mis hijos y mis nietos una nación donde puedan vivir y crecer dignamente, hago lo que puedo para que así sea. A veces pienso que cumpliría mejor con mi responsabilidad frente a ellos llevándomelos de aquí; porque no quisiera tener que bajar la cabeza cuando uno de ellos decida que hay que “buscársela como sea”.

Publicado en el Periodico Hoy del 12-12-2006

FE DE ERRATA: En la publicacion del periodico dice 1977 en la tabla, grafica y texto como fecha de partida del calculo de PIB Per Capita, el año correcto es 1997.