sábado, octubre 28, 2006

El Muro y la Pobreza.doc

Si yo fuera el Presidente Bush hubiese firmado el decreto ordenando la construcción del muro en la frontera con México; si fuera el Vicepresidente Cheney me asegurara que el contrato de construcción se lo den a Halliburton.

La posibilidad de reelección de los representantes y senadores republicanos reside en fomentar los sentimientos patrióticos de los grupos más conservadores de la nación americana. La guerra de Irak está inclinando las elecciones a favor del Partido Demócrata, pues los muertos siguen llegando, en una guerra que se ha hecho impopular.

No lo dude, la mayoría de la población en los Estados Unidos es conservadora y rechaza la inmigración de grupos sociales de una dimensión cultural y económica mas baja; igual que aquí. He oído a mucha gente decir que ese muro es, como peor una ignominia, y como mejor un derroche. Me puse a hacer una encuesta entre el personal de servicio del edificio donde vivo preguntándoles si estarían de acuerdo con un muro entre República Dominicana y Haití y la respuesta fue unánime: si.

La razón de la migración ilegal es la injusta distribución de la riqueza entre las naciones, esta simple realidad me ha hecho recordar las clases de química de la universidad. La ley de la Osmosis la ilustraba nuestro catedrático Jean-Pierre Mouton con el siguiente experimento: colocaba agua en un envase y sal en una bolsa de tela semi-impermeable. Al rato de colocar la funda cerrada con la sal en el agua ya no había sal en la funda y el agua se había salado. Lo más interesante era determinar la Presión Osmótica, que, en términos simples, es la presión que “hala” la sal hacia el agua a través de una membrana. Vamos a ver la diferentes “presiones osmóticas” de nuestras economías:

Los números dicen que emigrar desde Haití para donde sea vale la pena; en los EEUU el ingresos es 112.26 veces, en México es 15.38 veces y a República Dominicana es 7.93. Emigrar desde México sólo tiene sentido hacia Estados Unidos, pues el Ingreso por habitante es 7.3 veces más en este último. Desde República Dominicana la “presión” a emigrar a EEUU es aún mayor; Los americanos tienen 15.38 veces el ingreso nuestro. Es interesante notar que la “presión” de México a EEUU es de 7.3 veces, mientras de Haití para República Dominicana es 7.9 veces el ingreso.

Sin embargo, en la tabla anterior hay una generalización que vale la pena corregir. Los datos presentados son los del Ingreso Promedio, esto es como si todo el Producto Interno Bruto de los países se distribuyera de igual manera entre todos los habitantes; la verdad es que no es así. Para corregirlo, vamos a usar los datos del Banco Mundial sobre distribución del ingreso. Vamos a comparar el Ingreso Por Habitante del 20% de la población de menor ingreso. Para hacerlo con más certeza, para Estados Unidos vamos a utilizar el Ingreso Promedio de los dominicanos en el Estado de Nueva York, según el Buró del Censo de los EEUU, proyectado al año 2005 y el de los mexicanos emigrantes a los EEUU según el Centro para Estudios de Migración de California.

PIB por habitante del 20% de la Población de Menor Ingreso

(a precios constantes de Mercado en US$, año2005)

País

PIB anual por Habitante

Ingreso Diario en US$

EEUU (1)/(2)

$12,434.36/$18,952.00

$34.07/$51.92

México

$1,550.27

$4.25

Rep. Dominicana

$603.50

$1.65

Haití

$61.56

$0.17

(1) USA Census Bureau, data for Dominican Born in the State of New York. (2) Immigration From Mexico, Assessing the Impact on the United States, Steven A. Camarota, Center for Immigration Studies, California, 2005

Datos del Banco Mundial

Esto significa que el 20% más pobre de la población tiene incentivos aún mayores para emigrar que la media. Un haitiano pobre, que se queda en Haití tiene que vivir con el equivalente a RD$5.50 por día mientras que el dominicano pobre tiene RD$54.56. Un mexicano pobre tiene que vivir con el equivalente a US$4.25 diario, mientras que si le brinca el muro a Bush, le hace un túnel o le cruza en bote multiplica sus ingresos por doce.

Espero que si aquí las preferencias electorales se aprietan no me tomen mi encuesta muy en serio y propongan hacer el muro dominico-haitiano; corremos el riesgo de que el Gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, proponga una malla ciclónica en el Canal de la Mona con motivo de su propia reelección. La “presión osmótica” del hambre de los haitianos pobres que aspiran a pasar menos hambre aquí sólo disminuirá cuando los dominicanos asumamos un papel activo en la reconstrucción de la economía de Haití y demandemos de la comunidad internacional que meta los cuartos para desarrollar la agricultura e industria en la frontera de ambos lados.

Finalmente una recomendación al Presidente Fox: trate de que los materiales y los obreros para hacer el muro los adquieran en México, así le saca beneficio para los pobres a una muralla de tontería que sólo servirá al Partido Republicano para reafirmar unos pocos votos en algunos estados sureños y sirva para que los oficiales de control de fronteras tengan donde recostarse después de dar una carrera atrás de los “espaldas mojadas”.

El autor es consultor de negocios

Email: federico@promarketdr.com, www.tomandoencuenta.blogspot.com

miércoles, octubre 18, 2006

Medicamentos Éticos, Genéricos y Protocolos de Tratamiento

Por Federico A. Martínez

Trabajé por muchos años en una de las mayores empresas farmacéuticas del mundo. En ese período me tocó defender la industria de investigación y lo hice con convencimiento; en promedio, desde que se desarrollaba o compraba una molécula nueva hasta que se producía un producto en condición de ponerse en el mercado pasaban 12 años y se invertían cientos de millones de francos suizos.

El precio de esos productos es caro, pero píenselo de esta manera: Si usted tiene $16,846 pesos hoy, puede comprar con ellos $100,000 para ser entregados dentro de 12 años a los intereses que paga el Banco Central, y en esa situación usted no tiene riesgo, su dinero va a estar ahí cuando lo vaya a buscar. En la industria farmacéutica de investigación se invierte millones en decenas de moléculas que nunca llegan al mercado porque el producto no funciona, porque su acción es inestable, porque provoca muchos efectos secundarios, porque su fabricación es demasiado compleja, porque la vida útil es muy breve y un largo etc.

Recuerdo la bienvenida que me dio un Ministro de Salud de un país de Medio Oriente cuando le llevamos a registrar un producto nuevo para la insuficiencia cardiaca congestiva; él fue probablemente el primer paciente del país que se cambió al medicamento nuevo; vi también la cara de desconsuelo con que un indígena del Ecuador salía de una farmacia en la ciudad de Machala cuando le dijeron que ese mismo producto costaba un tercio de sus ingresos mensuales. Tanto en un caso como en el otro la reacción era la correcta; el Ministro era médico y entendía los beneficios adicionales que este nuevo medicamento le traía, al paciente de Machala le recomendé que volviera a su médico y le dijera que él no podía comprar ese medicamento y le recetara algo que estuviera a su alcance.

El caso que vi en Ecuador, como los que suceden a diario en República Dominicana, no hubiese sucedido jamás en Inglaterra, Alemania, Trinidad, Jamaica o en Estados Unidos. Si usted va a un médico porque tiene una infección de garganta en un país desarrollado o donde el ejercicio de la medicina esta protocolizado, sale con una receta de penicilina o eritromicina si es alérgico, aspirina y la recomendación de hacer gárgaras con agua de sal tibia. Aquí si usted va a una clínica u hospital es muy probable el médico le prescriba una cefalosporina de cuarta generación, un antiinflamatorio no esteroide de una toma al día y una solución para hacer gárgaras de marca. Esta última receta, emitida en un hospital de Suiza es el pasaporte para un juicio por mala práctica, con riesgo de perder la licencia.

En todos los países desarrollados o al menos organizados, la práctica médica está protocolizada y los médicos se atienen a los protocolos de diagnóstico y tratamiento. Estos están diseñados sobre la base de la información científica de efectividad y costo, por esto no se indican pruebas de laboratorio o de imagen innecesarias, ni se prescriben medicamentos por criterio subjetivo. El tema de costo de tratamiento es importante; si un tratamiento simple de la amigdalitis cuesta tres dólares, un tratamiento con cefalosporina cuesta sobre cincuenta. El tratamiento simple es efectivo en el 90% de los casos, y el 10% restante se le puede dar el tratamiento caro. Sin protocolo, el costo de tratamiento de 100 pacientes puede ser hasta US$5,000.00, con protocolo el mismo sería de US$770.00.

Contrariamente a lo que se suele pensar, la industria farmacéutica de investigación no vive de explotar los países en desarrollo, el 80% de sus ingresos provienen de los países grandes. La mejor evidencia de esto son las llamadas “enfermedades huérfanas”; para la lepra por ejemplo, el más moderno tratamiento sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 1981: una combinación de tres antibióticos, dapsona, rifampicina y clofazamina, ninguno de los cuales fue desarrollado para ese propósito. No existe inversión en investigación terapéutica de tuberculosis o lepra porque son enfermedades de países pobres, y esos mercados no pueden devolver en ventas lo que cuesta desarrollar nueva moléculas para su tratamiento.

En el 1977 la OMS lanzó el concepto de “medicamentos esenciales: aquellos que satisfacen la necesidad primaria de salud de la población." Son un listado simple de medicamentos que cubren la inmensa mayoría de las necesidades de salud. Por años la Secretaria de Estado de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS) ha mantenido un programa en este sentido, el PROMESE y todavía no cubren el 10% del mercado nacional. ¿Es que a los funcionarios públicos no les interesa comprar mucho? ¿O es que hasta los médicos pagados por la SESPAS recetan lo que les da la gana? Es notable que nuestro comportamiento en esta línea sea como ricos; en Francia sin embargo, el pasado mes de enero los sindicatos de farmacia firmaron un acuerdo con las aseguradoras sanitarias para fijar los objetivos de venta de los medicamentos genéricos. Con esta iniciativa los sindicatos esperan mejorar el índice de penetración de los genéricos en el mercado francés en un 70% para fin de año.

La industria de investigación no está en contra de la protocolización de la medicina, ni le interesa “destruir la industria nacional”, de la misma forma, a mucha de la industria nacional no le interesa producir medicamentos para la tuberculosis, porque estos se venden por centavos; le interesa producir, a partir de substancias con patentes vigentes, pastillas para la disfunción eréctil y tienen el atrevimiento de promover ilegalmente su uso en jóvenes con consecuencias de corto y largo plazo aún por descubrir.

El rol del estado en la salud, como lo es en la electricidad, seguros, banca y valores es de regulador, parte de esa regulación es protocolizar los procedimientos diagnósticos y terapéuticos. El desarrollo de protocolos de este tipo y su implementación efectiva significarían para la economía nacional un ahorro de decenas de millones de dólares en importaciones, una mejoría notable de la salud de la población en general, con su consecuencia en productividad y una mayor justicia social. Ni siquiera necesitamos ponernos creativos, con copiar o traducir los protocolos existentes se puede crear rápidamente un cuerpo normativo, lo importante es si el Secretario de Salud Pública, como el Superintendente de Electricidad, va a decir luego que no somete médicos a la justicia por violar los protocolos porque “la ley no se puede cumplir”.

El autor es consultor de negocios

Email: federico@promarketdr.com, www.tomandoencuenta.blogspot.com

Publicado en el Periodico Hoy del 18 de octubre del 2003

martes, octubre 17, 2006

Electricidad: Apalear un Burro Muerto

De las cosas que recuerda todo el que tomó alguna vez clases de economía o mercadeo es la curva de la demanda; a mayores precios se venden menos unidades y viceversa. La curva de la demanda tiene una inclinación y esa inclinación define la “elasticidad” de la misma. Se dice en teoría general que la demanda “inelástica” es la que corresponde a bienes de los cuales usted no consume muchos mas o menos si son más o menos caros; ese es el caso del los antibióticos por ejemplo, de los cuales aunque se los pongan más baratos usted no consume muchos más. De la misma manera, la demanda por bienes superfluos es muy elástica; por ejemplo, usted sólo toma refrescos porque son baratos, si mañana costaran mil pesos, sólo los nuevos ricos y los funcionarios los beberían.
La electricidad es un bien de demanda relativamente inelástica; después que se tiene, existe un mínimo sin el cual usted no está dispuesto a vivir. El problema es que la demanda en general y la electricidad en particular no es una recta, es una curva logarítmica, esto es que cuando los precios suben la demanda tiende a caer rápidamente, pero llega un punto en el cual a cada nuevo aumento de los precios responde una menor reducción del consumo.
Cuando los precios suben tan abruptamente y de manera continua la opción de ajustar el consumo a los precios sólo llega hasta cierto punto. Con los combustibles, los sufridos padres de familia del “concho” y mucha gente más ha encontrado la solución en poner el carro a operar con gas propano, del que subsidia el gobierno; esto no es ilegal, es una “avivatada” criolla. Esto es lo que en mercadeo se conoce como “Demanda Alternativa”; si el precio de la mantequilla sube mucho, comienzo a comprar margarina. Dependiendo de cual bien se trate, existe un “Costo de Transacción”, que incluye desde el esfuerzo adicional que debe hacerse para poder adquirir el gas, hasta los intangibles como por ejemplo ¿Qué opinarán mis vecinos si ven que le puse gas a mi BMW?
En la gráfica que acompaña este trabajo he tratado de registrar cual es el consumo en kilos que debería tener si quiere mantenerse pagando el equivalente a cien dólares mensuales; asumo que usted consumía 650 kilos cuando la electricidad estaba a US$0.16 ajustando su consumo hasta el actual US$0.26.
El problema reside en que para usted mantenerse en el mismo nivel de gastos tiene que reducir su consumo en un 40%. Lograr esto va más allá de cambiar bombillas por bajo consumo, apagar la bomba de noche y prender el aire acondicionado a las 11:00 PM y apagarlo a las 5:00 AM. A medida que sube exorbitantemente el precio de la electricidad el monto dejado de consumir se convierte en un incentivo perverso que disminuye el Costo de Transacción de poner un gancho y robarse la electricidad, porque el suplidor alternativo en electricidad es robársela.
La clave de esta situación es el “Costo de Transacción”. Lo que se transa cuando se pone un gancho es la honestidad y el riesgo de ser sorprendido, el asunto está en la tabla de valores morales con que la sociedad evalúa al que se roba la electricidad. Una joven profesional con la que hablaba el otro día me dijo: “Voy a poner un gancho aunque me lleve el diablo, si los ricos y los políticos se roban la luz, porqué tengo yo que aguantar estos calores sin prender el aire de mi casa”. Me pareció bastante vacua mi cháchara habitual sobre el efecto de la corrupción en el desarrollo de los pueblos. La criminalización del robo de electricidad elevará el Costo de Transacción de poner un gancho; me pregunto con qué argumento moral lo vamos a implementar.
Peor me hace sentir que en realidad no hay razón para que la electricidad sea tan cara. El tollo comenzó cuando en el proceso de capitalización se permitió que se incluyera un 20% de índice de irrecuperabilidad dentro de la formula tarifaria. Fue como decirle de arrancada a las distribuidoras “si sólo cobran el 80% está bien, el 20% restante se lo repartimos en las facturas a los p…. que pagan”.
Para determinar cuanto debe cargar una distribuidora de electricidad se realiza un estudio de Valor Agregado de Distribución (VAD); hasta donde conozco no existe un solo estudio que diga que el VAD en República Dominicana debe ser diez centavos de dólar, todos los estudios que he visto rondan los tres centavos. Sin embargo, las distribuidoras de electricidad (privada y públicas) compran electricidad entre $0.14 a $0.16 el kilo y lo venden a $0.26. Todos los técnicos importados en dólares llegan a la conclusión que hay que cargarle al que paga la carga del que no paga y el resto al gobierno en subsidios.
Desconectar un medidor y determinar el robo es técnicamente tan fácil como desconectar un celular, el Dr. Vanderhorst-Silverio ha hecho toda una estructura conceptual parcialmente usando esa tecnología en su blog “Grupo Millennium Hispaniola”; podemos o no estar de acuerdo con su cosmogonía del tema, pero el instrumental existe. En algunas ciudades de Suramérica se está implementando un sistema de lectura del “contador” y emisión simultanea de la factura con pequeñas computadoras de mano.
Estamos en medio de la trampa que nosotros mismos armamos cuando por falta de visión de largo plazo se adjudicaron los concursos de capitalización a pesar de asistir un solo concursante a cada renglón aunque más de 20 firmas internacionales reconocidas habían retirado los pliegos. Si se le hubiese preguntado a Electricité de France (EDF) porqué no participó en el concurso de distribución a lo mejor no hubiésemos caído en el gancho de Fenosa. En el sector generación térmica la falta de visión de largo plazo hizo que termináramos con sólo 621 MW de potencia firme y bajo costo en la base. Por falta de visión de largo plazo autorizamos la instalación de 712.7 MW en motorcitos de 1 a 11 MW que no son ni firmes ni de bajo costo, que son incapaces de darle estabilidad al sistema y pueden desamarrar la barcaza e irse en cualquier momento. El mito del exceso de capacidad instalada en República Dominicana está basado en 1,361.9 MW (51% del total de la capacidad térmica) de plantas que no se pueden prender porque son carisimas de operar, o muy viejas y si se prendieran habría que vender el kilo al doble que actualmente. La política aupó contratos IPP cuyos “padrinos” cobraron alante y siguen cobrando dejándole el lío al país. En el área de transmisión, los esfuerzos ingentes de técnicos dominicanos muy capacitados han terminado armando un sistema triple diseñado más para protegerse de los blackout provocados por la incapacidad de los motorcitos que para transmitir a costo mínimo. Los 469.3 MW de las hidroeléctricas han sido “ordeñadas” para cubrir primero los reactivos que los generadores no suplían porque no se pagaban y ahora para vender electricidad en el mercado spot a los que tienen contratos de Madrid, permitiéndoles comprar barato y vender a precio de contrato, ganándose alrededor de dos millones de dólares todos los meses sin hacer nada y que pagamos todos a través de los subsidios. Mientras, las distribuidoras no ponen a concurso el 20% de su demanda, violando la ley de electricidad ante la mirada impávida de la Superintendencia. A esas presas, nuestro mayor activo en el sistema, no se les hace la inversión necesaria para aumentar su eficiencia y rendimiento. Finalmente, la distribución se la entregamos a unos españoles que se dieron, entre otras linduras, un contrato de más de 30 millones de pesos para podar matas y se prestaron el dinero ellos mismos, en dólares, a seis veces los intereses de mercado. A esos españoles que se auto compraron medidores a $24.00 dólares que cuestan sólo cinco en China y que no invirtieron en reducir la pérdidas técnicas como premio le regalamos $348.7 millones para que se fueran y nos entregaran dos empresas quebradas, con pocos activos más y US$464.5 millones en pasivos que fueron en gran parte a parar a empresas vinculadas en España; y la doña esa tiene el tupé de hablar de seguridad jurídica. ¿Donde estaba Jacob Söderman, el Ombudsman de la Unión Europea, mientras los dominicanos éramos saqueados por Fenosa y compartes? Ojalá el Banco Europeo de Inversiones se animara a hacer una investigación de lo que pasó aquí con la administración de las distribuidoras por sus ciudadanos corporativos.
Una de las decisiones difíciles es saber cuando un negocio no da más: el burro eléctrico se murió en la trampa de 51 años de abusos, no sigan apaleándolo, no va a caminar. Hay que buscar otro modelo, uno que trabaje con visión de largo plazo, que integre al sistema transparencia, eficiencia y justicia, pero mientras tanto, hay que hacer respetar la ley y entender que cada vez que apalean a los consumidores que pagan están fomentando el robo eléctrico.
Quisiera cerrar con una cita de la presentación del Ingeniero puertoplateño Luís H. Arthur en el “otro” forum eléctrico: “En ocasiones nos faltan pantalones y orgullo patrio para ser los autores de nuestro desarrollo, para defender lo nuestro con racionalidad y visión clara…. En 51 años hemos convertido una empresa rentable en un adefesio, que no permite al país competir internacionalmente con sus industrias, que nos hace vivir aferrados a plantas de emergencia ineficientes y contaminantes y a inversores y baterías gastadores en demasía. Hay que sacar la política. Todo lo demás vendrá sólo. Con mucho trabajo, planificación, transparencia, capacidad y sobre todo honestidad. Todos los estudios están hechos y se están actualizando cada día. Conocemos el problema, sabemos cómo resolverlo. Que nos dejen hacerlo para bien de todos.”
El autor es consultor de negocios
Email: federico@promarketdr.com, www.tomandoencuenta.blogspot.com

Publicado en el Periodico Hoy del 17 de octubre del 2006